sábado, 26 de abril de 2008

Las leyes de Leónidas

En las Termópilas se libró una grandísima batalla; la primera de las contiendas entre el Imperio Persa y las polis griegas. Los magnos ejércitos del rey Jerjes se estrellaron, fila tras fila, contra los escudos y las lanzas de los espartanos. Eran trescientos. Ahora son Casi 300.

“Quien desee saber lo que ha de venir debe considerar lo que ha pasado, ya que todas las cosas de este mundo, en todos los tiempos, se asemejan a las que han ocurrido antes”. Como se aprecia en la anterior frase, Nicolás de Maquiavelo ya se había dado cuenta en su época de que todo lo que ocurría tenía un antecedente, de que toda obra se basaba en algo anterior.

El año pasado el director Zack Snyder, que había debutado en el 2004 con la más que notable El Amanecer de los muertos, estrenaba su segunda película, 300. En esta ocasión se trataba de una ambiciosa adaptación de la novela gráfica homónima de Frank Miller, que a su vez había tomado como referencia el relato de Herodoto, sobre los espartanos y su famosa batalla en las Termópilas. Era la segunda película que retrataba las andanzas de Leónidas tras El león de Esparta (1961). El resultado fue sorprendente por la fidelidad al tebeo, tanto en los conceptos argumentales como en la estética, casi tan brutal como en el papel y con la misma fuerza narrativa. Nadie salió del cine indiferente.



Ahora, casi un año después, se ha estrenado en salas Casi 300 (Meet the Spartans, en el original), la última película del tándem formado por Jason Friedberg y Aaron Seltzer que trata en clave de humor paródico lo acontecido en aquella batalla. Continuando en la línea de sus últimas películas, Epic Movie y Date Movie, y a la zaga de las Scary Movie, en esta ocasión han decidido homenajear por medio del ridículo la película de Snyder y el cómic de Miller.

Lo absurdo y lo burdo reinan en este subproducto que se convirtió en número uno en la taquilla española en el fin de semana de su estreno (28 de marzo), quizá por la falta de una competencia contundente.

Como en el resto de sus filmes, Friedberg y Seltzer pretenden, mediante una estructura prácticamente calcada plano a plano de 300, asaltar sin respiro a la cultura popular que aparece en los medios. Hay algunos gags que producen una leve carcajada, aunque la mayoría, excesivamente americanizados, sólo son entendibles en parte.


Aunque en ocasiones recuerde a películas delirantes como Agárralo como puedas, Casi 300 es únicamente un pretexto para añadir también un sinfín de referencias explícitas a otras películas como Transformers, Shrek, Happy Feet, Spiderman o Casino Royale, aprovechando de éstas sus escenas más características y transgrediéndolas hasta el infinito.

“Si algún alma pasa algún día por aquí… en cualquier momento del futuro… que nuestras voces le susurren desde antiguas piedras…”. Frank Miller escribía en su novela gráfica estas palabras para ponerlas en boca de su protagonista, Leónidas. Seguro que si el aguerrido rey de Esparta levantara la cabeza no hubiera querido que sus susurros se convirtiesen en productos como éste, y también es seguro que no necesitaría a trescientos soldados para dar su justo merecido a sus creadores. Nos leemos.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog! No soy aficionada al cómic y este me ha enganchado... Melibea