domingo, 28 de diciembre de 2008

Época para dar y recibir


“Me llamo Logan. La mayoría me llama Lobezno. Soy el mejor en mi trabajo, pero mi trabajo… no es ir de compras”, así comienza uno de los mejores cómic del mutante de las garras de adamantium. Una historia autoconclusiva y aparentemente sencilla titulada Es mejor dar…, y ambientada, cómo no, en la Navidad.

En la época del año en la que las compras son protagonistas, Wolverine se enfrentará contra un ejército de tipos vestidos de duendes que quieren raptar a una niña rica en un centro comercial. “Así que cada estúpido comprador de regalos de Navidad que hay aquí es ahora un rehén. Eso les enseñará a no dejar las cosas para el último minuto. Somos… ¡Negra Navidad!”. Con lo que no contaba esta panda era con Logan, que al más puro estilo John Mclain, acabará con todos ellos; “salvando” la Navidad.
Cada una de las colecciones de cómic, al igual que las series de televisión, dedican un capítulo o ejemplar para un especial navideño. En el noveno arte suele ser, o bien una jornada de descanso de nuestros héroes, donde se relajan y se comportan como todo el mundo dejando de lado sus diferencias (en diciembre de 2006 los X-men al completo volvían a la Mansión Xavier como El Almendro), o aprovechan para realizar una crítica mordaz y, más o menos explícita, de esta celebración.
Es curioso observar, dentro de la primera tendencia, que tanto el pato Donald, el Jocker e incluso el mismo Lobezno, visten el icónico traje rojo y blanco o sólo el gorro de Santa Claus. Y se nos muestran algunos estereotipos navideños más (como los duendes, los renos, los calcetines… todos ellos importados de la cultura anglosajona), aunque en ocasiones invertidos o corruptos.

Pero sin duda, el tebeo más canalla y gamberro, es el Navidades Paramilitares, de Lobo. Por si alguien no sabe bien quién es este personaje (¡Ojo! No confundir con Lobezno) os diré cómo lo define la editorial que lo creó, DC Cómics: “Violento desde el mismo momento de su nacimiento, condujo a la locura a todos lo que intentaron criarle y convertirle en un ciudadano respetable. No hay nadie que le detenga si está cazando a alguien, ni siquiera la muerte”.

Cuando esta especie de “cuento navideño” corrompido, repleto de humor negro y sangre, llegó a mis manos una tarde invernal de hace un año, aún no conocía el argumento delirante y la crítica a la hegemonía de Papá Noel que se escondía en cada una de las páginas repletas de sucias viñetas dibujadas por Bisley, el dibujante que mejor ha captado la esencia de Lobo. Sus desproporciones, sus viñetas exageradas y salvajes, el detalle en el gore y su expresividad exagerada dan a este volumen el toque ideal para disfrutar con su lectura.
La historia creada por Keith Giffen, quien rescató a Lobo de su papel de enemigo de segunda categoría y que con sus desternillantes historias ha conseguido hacer de El Hombre uno de los personajes más queridos por el público, comienza cuando el Conejito de Pascua, en nombre de un colectivo, contrata al asesino extraterrestre para que acabe con Santa Claus. “Soy el conejito de pascua, un día casi me pillas con una de tus trampas. […] Queremos contratarte para que acabes con lo que con consideramos una creciente amenaza para nuestras vacaciones.[…] Se trata de Papá Noel, el tipo empieza a querer abarcar más de lo que nos parece bien… ¡La Navidad está fuera de control! ¡Santa va a acabar con nosotros, no podemos competir con él! ¿Cómo vamos a competir con el espumillón, los alfajores y la nieve sólo con huevos de colores y el ratoncito Pérez?”.

Así que Lobo acepta el dinero y realiza una incursión a la base de operaciones de Kris Kringle (otro de los nombres por el que se conoce a Santa Claus) para matarle. “Muy, muy al norte, en las nieves eternas, se encuentra la fortaleza de Papá Noel. […] La malnutrición hace que sus soldados sean pequeñitos, también hace que estén en forma… ¡Y qué estén cabreados como monas!”. Después de enfrentarse a todo el ejército, el Czarniano lucha a muerte con el tipo de blanco y rojo a cuchillo, realmente los dos dan y reciben. Pero Lobo comparte con Lobezno algo más que la raíz del nombre, también es “el mejor en su trabajo”…

Quizá ahora esté pensando en hacer una visita a los Reyes Magos… aunque bueno, éstos puedan darle más problemas, ya que son tres. Como dirían en los cómics: “Jou, jou, jou ¡Feliz Negra Navidad!”.

Nos leemos.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Riéndose del cine de superhéroes


La moda de los superhéroes sigue vigente en Hollywood. Cada mes más personajes de tebeo dan el salto de las viñetas a la pantalla grande. Superhero Movie aprovecha el tirón y crea una historia autoparódica del género superheroico, pero lo hace desde el respeto y con una historia completa, desarrollada decentemente, no sólo gags unidos sin orden ni concierto.

Alejada del desastre, y nunca mejor dicho, que fue Dissaster Movie, que hace poco tuvimos la desgracia de tener en las salas, y de otros subproductos de similares características como Epic Movie o Casi 300 (ambos facilmente olvidables). En esta ocasión nos encontramos con una película con un humor surrealista más trabajado, aunque tampoco de manera excesiva, menos burdo y chusco que en las anteriores, más en la línea de las míticas Aterriza como puedas y Agárralo como puedas. Incluso comparte con estos títulos al entrañable Leslie Nilsen, genial como siempre, con esa mezcla de ligero despiste y humor físico.

El director y guionista, Craig Mazin, coge elementos de muchos cómics y de otras tantas películas basadas en tebeos. La trama central bebe directamente de Spiderman, pero también hay momentos conocidísimos de las versiones cinematográficas Batman e incluso de X-men. Y siempre con un guiño cómplice a los aficionados del 9º arte, el cómic, con multitud de personajes parodiados haciendo pequeños cameos. Por ejemplo son bastante divertidas las apariciones de una mujer invisible interpretada por la recuachutada Pamela Anderson, todo el tema de la escuela de Xavier (en esta ocasión el telépata es negro...) o el momento de la Antorcha Humana vigilando en una gárgola de un edificio como si de Batman se tratase.
Lo mejor es que sin tomárse demasiado en serio a sí misma, esta cinta recoge momentos clave del género y les da una vuelta de tuerca hasta hacerlos divertidos, no produce grandes dosis de carcajadas, pero sí que se deja ver y consigue que durante todo el metraje no desaparezca la sonrisa de tu boca.

Nos leemos.

domingo, 27 de julio de 2008

martes, 22 de julio de 2008

Vigilando con fidelidad



Hace unos días por fin se presentaba el trailer de la adaptación de la más ambiciosa historia de superhéroes: "Watchmen", de Moore y Gibbons. Por fin se ha podido comprobar que Snyder puede volver a hacer una gran película, como demostró con "El amanecer de los muertos" (un digno remake) y "300" (épica en estado puro y visualmente espectacular).

En el trailer aparecen escenas memorables del comic-book, todos los personajes están perfectamente caracterizados y por fin se ha podido ver al Doctor Manhattan (un poco más azul de lo habitual debido a la radioactividad que se supone debe desprender...), imagen que no se había filtrado aún. La estética es similar a la mostrada durante las extensas páginas repletas de viñetas y los uniformes de los personajes parecen sacados del papel.

Las escenas rebosan dinamismo, estilo y fidelidad. La vigilancia continua y seguro que de aquí al estreno de la película (2009) irá apareciendo más material que termine de demostrar que el género superheroico está más vivo que nunca. Los vigilantes están ya entre nosotros.



Nos leemos.

lunes, 14 de julio de 2008

Más allá de lo que tus ojos ven


Stan Bush es un virtuoso, de eso no cabe la menor duda. Aunque este cantante y guitarrista norteamericano posiblemente no pasará a la historia de la música como uno de los grandes, ha puesto su granito de arena en más de una ocasión. Siempre será recordado por varios temas emblemáticos como “Dare” y “The Touch”, parte de la banda sonora de la primera película sobre los Transformers (1986), los conocidos robots extraterrestres que se transformaban en vehículos.

En los años ochenta la empresa juguetera Hasbro llegó a un acuerdo con Mattel para crear unos juguetes que podían cambiar de forma, basándose en otros productos fabricados años antes en Japón. Unas formas de vida de tecnología orgánica que podían convertirse en multitud de objetos; la mayoría se transformarían en coches, camiones, helicópteros o motos y su lucha se transportó a la Tierra cuando su planeta quedó destruido. El éxito fue rotundo: se creó un universo complejo, lleno de carismáticos personajes y repleto de posibilidades, tanto narrativas como comerciales. Además de figuras de acción, convertibles y coleccionables, se fabricaron camisetas e incluso “La Casa de las Ideas” inició una colección de tebeos donde los robots convivían e interactuaban con el resto del plantel de su Universo Marvel (Spiderman y compañía), así como una serie de televisión.


En 1986 se decidió continuar las aventuras de la serie, que estaba viviendo su momento de gloria, en formato cinematográfico, adaptando la lucha de los Decepticons y los Autobots a la pantalla grande. La música rock de Bush está, desde entonces, íntimamente ligada a la película de Transformers, porque aportaba su voz a la creación del tema de apertura (“Transformers Theme”) que luego se convertiría en uno de los reclamos más conocidos, casi como una imagen de marca, redefiniendo el sonido que tenía la propia serie. La batería y la guitarra eléctrica acompañaron a la voz de Stan Bush en una gran muestra de rock sintetizado, dentro de un tema recurrente (reina un repetitivo estribillo donde se repite el nombre de los robots) donde el cantante se permite el lujo de hacerse los coros a sí mismo modulando su voz en sincronía.

En el 2007 se estrenaba en cines una nueva producción basada en la idea original de Hasbro, aunque esta vez se trataba de una película de acción real. En Transformers, producida por Steven Spielberg y dirigida por Michael Bay, se tuvo muy en cuenta todo el soundtrack creado anteriormente para la franquicia incluyendo, por supuesto, el tema central de Stan Bush.


Los productores habían pedido al propio Bush que colaborara en la banda sonora con dos temas, aunque al final no se incluyeron. En cambio fue Steve Jablonsky, discípulo de Hans Zimmer, quien finalmente firmó una partitura original repleta de grandilocuencia y épica, muy adecuada para las escenas dramáticas y de acción. El sonido de la película se completó con canciones de grupos de rock más actuales como The Smashing Pumpkins, Disturbed, Goo Goo Dolls, The Used, HIM o Linkin Park, donde todos interpretan melodías repletas de fuerza, con el predominio de las guitarras y la simulación de sonidos metálicos y cibernéticos.

Los chicos Mute Math fueron los encargados de reinterpretar la mítica cabecera. Se trata de una banda de Nueva Orleáns que combina elementos de rock, música electrónica y jazz con un toque psicodélico. En el tema, la distorsión y los efectos sonoros se mezclan con el piano, el bajo, los teclados y las guitarras del grupo, así como con sus voces, utilizadas como un instrumento más. Poco a poco la pegadiza melodía y el machacón estribillo consiguen a la vez un acercamiento y un alejamiento, quizá de una manera puramente sentimental, a la canción original de Stan Bush, porque no se puede olvidar que en Transformers todo está “más allá de lo que tus ojos ven”.



Nos leemos.

miércoles, 2 de julio de 2008

domingo, 29 de junio de 2008

martes, 24 de junio de 2008

Pronto...

Tras una temporada de exámenes finales volveré a la carga con más "susurros" sobre tebeos. Pronto...

martes, 6 de mayo de 2008

El otro villano de la función

Lo ha vuelto a conseguir. Christopher Nolan fue capaz de dar un tono realista a los personajes de Batman en Begins y parece que sorprenderá a todos, a los fans y al resto de espectadores, con El Caballero Oscuro, uno de los estrenos palomiteros del verano.

La promoción de la película está siendo cada vez más fuerte y ya se están desvelando imágenes muy potentes (quizá alejadas ya del villano principal: El Joker). Hace poco se presentaron varios carteles y hoy han colgado en comicbookresources.com la primera imagen del aspecto que lucirá Harvey Dente aka Dos Caras en la nueva película del hombre murciélago. Impresionante. Sin Más.

La fantasía reinante en las versiones de Schumacher, Batman Forever (1995) y Batman y Robin (1997), han dado paso a una sensación de realismo y oscuridad en las obras de Nolan, mucho más acorde a la litúrgia de Batman.
Aaron Eckhart retoma el papel que interpretara histriónicamente Tommy Lee Jones en Batman Forever. Ahora Two-Faces si que da verdadero pavor. No hay duda de que será un estupendo segundo villano en esta gótica opereta orquestada por el maestro Nolan y que, seguro, mantiene algún as en la manga (o mejor aún, algún "Joker"). Una película donde murciélagos y payasoso bailarán al son de la luna a media noche, y donde el resto de monstruos que habitan en Gotham marcarán el ritmo.


Nos leemos.

domingo, 4 de mayo de 2008

Un héroe se construye (Parte 2): "No es el hombre, es la máquina".





En la Edad Media todos los caballeros iban a la guerra fuertemente armados. Protegían sus cuerpos con poderosos y pesadas armaduras metálicas. Cuando la maldad y la guerra se extiende por todos los confines del planeta, hacen falta nuevas órdenes de caballería que defiendan a los inocentes y que se rijan por los antiguos ideales. Hablemos de sus armaduras.

La primera vez que el hombre de hierro aparece en una historieta es en 1963, en el mítico número 39 de Tales of Suspense; más tarde compartiría cabecera, bajo el mismo título, con el Capitán América, que se convertiría en su mejor amigo hasta la cercana Civil War (acaecida el año pasado y que derrumbó los cimientos del Universo Marvel). Los dos ejemplifican los ideales de honor y valentía que deben regir a todo caballero. Mientras que Tony Stark (Iron Man) llevaba una armadura, Steve Rogers (Capitán América) acudía a la batalla con su inseparable escudo.

La armadura de Iron Man ha sufrido a lo largo de estos 45 años cambios sustanciales, tanto de diseño externo como de prestaciones. Inicialmente concebida como soporte vital, cuando Stark solventó sus problemas de corazón el traje de hierro ha pasado a cumplir, sólo, la función de potenciar sus capacidades.


El modelo original (llamado Mark I), tal como aparece en el mencionado número 39, es una armadura muy rudimentaria. Su realización se llevó a cabo con los materiales que, en aquel momento, Tony tenía a mano. Era de un color metálico bastante simple y daba la sensación de androide. A los ojos de los lectores no resultaba muy agradable, aunque tampoco se pretendía eso en una época en la que la editorial publicaba, mayoritariamente, tebeos sobre monstruos.


Stark sería una especie de Robinson Crusoe, un hombre que se ha construido a sí mismo, que ha luchado contra la adversidad y que armado con su inteligencia e ingenio es capaz de enfrentarse a los problemas que van surgiendo. Su verdadero poder reside en su intelecto, aunque se manifiesta en su armadura.


La Mark II es la evolución inmediata de la primera y viene motivada por el rechazo inicial de los ciudadanos al verle vestido con la primera versión, parecía más un villano que un héroe. Por ello, decide pintarla de dorado. Desde entonces se le conocería como The Golden Avenger. En esta época debutan los héroes más poderosos de la tierra, Los Vengadores, con Thor, Hulk, El Hombre Hormiga, La Avispa y el propio hombre de hierro.


El modelo más popular es el Mark III, mucho más estilizado y con la incorporación del color rojo al conjunto. Es el más conocido de la etapa clásica del personaje como vengador. Su primera aparición data de 1963, en Tales of Suspense 48. Tony decide crear una armadura más ligera, práctica y maniobrable.


La siguiente armadura en importancia es la llamada Mark V, una de las más recordadas, la armadura clásica. Fue un modelo que se mantuvo durante 200 números de su colección. Aunque aparentemente es similar a la Mark III, esta armadura contiene los mejores sistemas para enfrentarse al crimen. Las siguientes, VI y VII, son pequeños retoques de ésta.


Durante la época de las Armors Wars Tony se tuvo que enfrentar a todo villano de Marvel que poseía una armadura cibernética. Pero no lo hizo enfundado en su armadura clásica, sino que utilizó una en la que el color dorado dejaba paso al plateado. Con esta armadura, la Mark XII, se le llamó Centurión Escarlata. Con ella se enfrentará a Obadiah Stane y su Iron Monger en el año 1985.

Tras la guerra de las armaduras (que en EE.UU se llamó Stark Wars, para jugar con la fonética…) la Mark XII quedó destruida y Stark rediseña su nuevo modelo basándose en la clásica, con sus colores rojo y dorado incluidos. La Mark XIV incorpora mayor potencia de fuego y autonomía. Debuta con ella en 1987 y se la conoce popularmente como el modelo “neo-clásico”. Hasta la Mark XXII, todas son pequeñas variaciones.

La Mark XXII es la que se diseñó para dar al personaje de Iron Man un nuevo estilo en los años noventa durante el experimento Heroes Reborn. En aquel entonces el mundo del cómic estaba en crisis y Marvel en particular decidió resetear su universo. Todos sus héroes fueron dados por muertos y terminaron existiendo en un universo de bolsillo creado por el hijo de Reed Richards y Sue Storm, de los Cuatro Fantásticos. La variación que tenía esta nueva armadura eran unos innovadores propulsores colocados en la espalda de Stark, con ello se buscaba dotar al personaje de un look más moderno y desenfadado.

jueves, 1 de mayo de 2008

Un héroe se construye (Parte 1): "No es la máquina, es el hombre".




"Un héroe no nace, se construye"

Esta semana ha sido especialmente corta. También ha sido especial en cuanto al tema de estrenos ya que el mismo miércoles día 30 de abril llegaban a las salas españolas las nuevas películas. Los aficionados a los tebeos tenían un motivo añadido para asistir a los cines este fin de semana, más largo de lo normal, porque llegaba la última adaptación del noveno al séptimo arte: IRON MAN.

Desde el minuto cero se ve el tono de la película, una de las mejores adaptaciones, hasta la fecha, del cómic a la pantalla grande. Robert Downey Junior quizá no sea un "hombre de hierro" pero, desde luego, ES Tony Stark. Borda su papel captando todos los matices del personaje.

Algunos fans se quejarán porque Tony no aparece todo el rato "enlatado" en su armadura roja y dorada, pero si una cosa ha quedado clara con esta película es que Iron Man no es sólo la máquina, también es el hombre.

Nos leemos.

sábado, 26 de abril de 2008

Las leyes de Leónidas

En las Termópilas se libró una grandísima batalla; la primera de las contiendas entre el Imperio Persa y las polis griegas. Los magnos ejércitos del rey Jerjes se estrellaron, fila tras fila, contra los escudos y las lanzas de los espartanos. Eran trescientos. Ahora son Casi 300.

“Quien desee saber lo que ha de venir debe considerar lo que ha pasado, ya que todas las cosas de este mundo, en todos los tiempos, se asemejan a las que han ocurrido antes”. Como se aprecia en la anterior frase, Nicolás de Maquiavelo ya se había dado cuenta en su época de que todo lo que ocurría tenía un antecedente, de que toda obra se basaba en algo anterior.

El año pasado el director Zack Snyder, que había debutado en el 2004 con la más que notable El Amanecer de los muertos, estrenaba su segunda película, 300. En esta ocasión se trataba de una ambiciosa adaptación de la novela gráfica homónima de Frank Miller, que a su vez había tomado como referencia el relato de Herodoto, sobre los espartanos y su famosa batalla en las Termópilas. Era la segunda película que retrataba las andanzas de Leónidas tras El león de Esparta (1961). El resultado fue sorprendente por la fidelidad al tebeo, tanto en los conceptos argumentales como en la estética, casi tan brutal como en el papel y con la misma fuerza narrativa. Nadie salió del cine indiferente.



Ahora, casi un año después, se ha estrenado en salas Casi 300 (Meet the Spartans, en el original), la última película del tándem formado por Jason Friedberg y Aaron Seltzer que trata en clave de humor paródico lo acontecido en aquella batalla. Continuando en la línea de sus últimas películas, Epic Movie y Date Movie, y a la zaga de las Scary Movie, en esta ocasión han decidido homenajear por medio del ridículo la película de Snyder y el cómic de Miller.

Lo absurdo y lo burdo reinan en este subproducto que se convirtió en número uno en la taquilla española en el fin de semana de su estreno (28 de marzo), quizá por la falta de una competencia contundente.

Como en el resto de sus filmes, Friedberg y Seltzer pretenden, mediante una estructura prácticamente calcada plano a plano de 300, asaltar sin respiro a la cultura popular que aparece en los medios. Hay algunos gags que producen una leve carcajada, aunque la mayoría, excesivamente americanizados, sólo son entendibles en parte.


Aunque en ocasiones recuerde a películas delirantes como Agárralo como puedas, Casi 300 es únicamente un pretexto para añadir también un sinfín de referencias explícitas a otras películas como Transformers, Shrek, Happy Feet, Spiderman o Casino Royale, aprovechando de éstas sus escenas más características y transgrediéndolas hasta el infinito.

“Si algún alma pasa algún día por aquí… en cualquier momento del futuro… que nuestras voces le susurren desde antiguas piedras…”. Frank Miller escribía en su novela gráfica estas palabras para ponerlas en boca de su protagonista, Leónidas. Seguro que si el aguerrido rey de Esparta levantara la cabeza no hubiera querido que sus susurros se convirtiesen en productos como éste, y también es seguro que no necesitaría a trescientos soldados para dar su justo merecido a sus creadores. Nos leemos.