lunes, 14 de julio de 2008

Más allá de lo que tus ojos ven


Stan Bush es un virtuoso, de eso no cabe la menor duda. Aunque este cantante y guitarrista norteamericano posiblemente no pasará a la historia de la música como uno de los grandes, ha puesto su granito de arena en más de una ocasión. Siempre será recordado por varios temas emblemáticos como “Dare” y “The Touch”, parte de la banda sonora de la primera película sobre los Transformers (1986), los conocidos robots extraterrestres que se transformaban en vehículos.

En los años ochenta la empresa juguetera Hasbro llegó a un acuerdo con Mattel para crear unos juguetes que podían cambiar de forma, basándose en otros productos fabricados años antes en Japón. Unas formas de vida de tecnología orgánica que podían convertirse en multitud de objetos; la mayoría se transformarían en coches, camiones, helicópteros o motos y su lucha se transportó a la Tierra cuando su planeta quedó destruido. El éxito fue rotundo: se creó un universo complejo, lleno de carismáticos personajes y repleto de posibilidades, tanto narrativas como comerciales. Además de figuras de acción, convertibles y coleccionables, se fabricaron camisetas e incluso “La Casa de las Ideas” inició una colección de tebeos donde los robots convivían e interactuaban con el resto del plantel de su Universo Marvel (Spiderman y compañía), así como una serie de televisión.


En 1986 se decidió continuar las aventuras de la serie, que estaba viviendo su momento de gloria, en formato cinematográfico, adaptando la lucha de los Decepticons y los Autobots a la pantalla grande. La música rock de Bush está, desde entonces, íntimamente ligada a la película de Transformers, porque aportaba su voz a la creación del tema de apertura (“Transformers Theme”) que luego se convertiría en uno de los reclamos más conocidos, casi como una imagen de marca, redefiniendo el sonido que tenía la propia serie. La batería y la guitarra eléctrica acompañaron a la voz de Stan Bush en una gran muestra de rock sintetizado, dentro de un tema recurrente (reina un repetitivo estribillo donde se repite el nombre de los robots) donde el cantante se permite el lujo de hacerse los coros a sí mismo modulando su voz en sincronía.

En el 2007 se estrenaba en cines una nueva producción basada en la idea original de Hasbro, aunque esta vez se trataba de una película de acción real. En Transformers, producida por Steven Spielberg y dirigida por Michael Bay, se tuvo muy en cuenta todo el soundtrack creado anteriormente para la franquicia incluyendo, por supuesto, el tema central de Stan Bush.


Los productores habían pedido al propio Bush que colaborara en la banda sonora con dos temas, aunque al final no se incluyeron. En cambio fue Steve Jablonsky, discípulo de Hans Zimmer, quien finalmente firmó una partitura original repleta de grandilocuencia y épica, muy adecuada para las escenas dramáticas y de acción. El sonido de la película se completó con canciones de grupos de rock más actuales como The Smashing Pumpkins, Disturbed, Goo Goo Dolls, The Used, HIM o Linkin Park, donde todos interpretan melodías repletas de fuerza, con el predominio de las guitarras y la simulación de sonidos metálicos y cibernéticos.

Los chicos Mute Math fueron los encargados de reinterpretar la mítica cabecera. Se trata de una banda de Nueva Orleáns que combina elementos de rock, música electrónica y jazz con un toque psicodélico. En el tema, la distorsión y los efectos sonoros se mezclan con el piano, el bajo, los teclados y las guitarras del grupo, así como con sus voces, utilizadas como un instrumento más. Poco a poco la pegadiza melodía y el machacón estribillo consiguen a la vez un acercamiento y un alejamiento, quizá de una manera puramente sentimental, a la canción original de Stan Bush, porque no se puede olvidar que en Transformers todo está “más allá de lo que tus ojos ven”.



Nos leemos.

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