


En la época del año en la que las compras son protagonistas, Wolverine se enfrentará contra un ejército de tipos vestidos de duendes que quieren raptar a una niña rica en un centro comercial. “Así que cada estúpido comprador de regalos de Navidad que hay aquí es ahora un rehén. Eso les enseñará a no dejar las cosas para el último minuto. Somos… ¡Negra Navidad!”. Con lo que no contaba esta panda era con Logan, que al más puro estilo John Mclain, acabará con todos ellos; “salvando” la Navidad.


Es curioso observar, dentro de la primera tendencia, que tanto el pato Donald, el Jocker e incluso el mismo Lobezno, visten el icónico traje rojo y blanco o sólo el gorro de Santa Claus.
Y se nos muestran algunos estereotipos navideños más (como los duendes, los renos, los calcetines… todos ellos importados de la cultura anglosajona), aunque en ocasiones invertidos o corruptos.

Pero sin duda, el tebeo más canalla y gamberro, es el Navidades Paramilitares, de Lobo. Por si alguien no sabe bien quién es este personaje (¡Ojo! No confundir con Lobezno) os diré cómo lo define la editorial que lo creó, DC Cómics: “Violento desde el mismo momento de su nacimiento, condujo a la locura a todos lo que intentaron criarle y convertirle en un ciudadano respetable. No hay nadie que le detenga si está cazando a alguien, ni siquiera la muerte”.


La historia creada por Keith Giffen, quien rescató a Lobo de su papel de enemigo de segunda categoría y que con sus desternillantes historias ha conseguido hacer de El Hombre uno de los personajes más queridos por el público, comienza cuando el Conejito de Pascua, en nombre de un colectivo, contrata al asesino extraterrestre para que acabe con Santa Claus. “Soy el conejito de pascua, un día casi me pillas con una de tus trampas. […] Queremos contratarte para que acabes con lo que con consideramos una creciente amenaza para nuestras vacaciones.[…] Se trata de Papá Noel, el tipo empieza a querer abarcar más de lo que nos parece bien… ¡La Navidad está fuera de control! ¡Santa va a acabar con nosotros, no podemos competir con él! ¿Cómo vamos a competir con el espumillón, los alfajores y la nieve sólo con hu
evos de colores y el ratoncito Pérez?”.

Así que Lobo acepta el dinero y realiza una incursión a la base de operaciones de Kris Kringle (otro de los nombres por el que se conoce a Santa Claus) para matarle. “Muy, muy al norte, en las nieves eternas, se encuentra la fortaleza de Papá Noel. […] La malnutrición hace que sus soldados sean pequeñitos, también hace que estén en forma… ¡Y qué estén cabreados como monas!”. Después de enfrentarse a todo el ejército, el Czarniano lucha a muerte con el tipo de blanco y rojo a cuchillo, realmente los dos dan y reciben. Pero Lobo comparte con Lobezno algo más que la raíz del nombre, también es “el mejor en su trabajo”…

Quizá ahora esté pensando en hacer una visita a los Reyes Magos… aunque bueno, éstos puedan darle más problemas, ya que son tres. Como dirían en los cómics: “Jou, jou, jou ¡Feliz Negra Navidad!”.
Nos leemos.